A día de hoy, internet es algo indispensable para muchos de nosotros, esto ha provocado el gran desarrollo que en los últimos años estamos viviendo.
Wi-Fi es un mecanismo de conexión de dispositivos electrónicos de forma inalámbrica. Los dispositivos habilitados con Wi-Fi, tales como: un ordenador personal, una consola de videojuegos, un smartphone o un reproductor de audio digital, pueden conectarse a Internet a través de un punto de acceso de red inalámbrica. Dicho punto de acceso (o hotspot) tiene un alcance de unos 20 metros (65 pies) en interiores y al aire libre una distancia mayor. Pueden cubrir grandes áreas la superposición de múltiples puntos de acceso.
http://es.wikipedia.org/wiki/Wi-Fi
Muchos de nosotros hemos cambiado, en nuestras casas nuestro router tradicional, por uno con Wifi, también en los bares, restaurantes, hoteles, en las principales calles de algunas ciudades... incluso en los colegios, se está instalando esta tecnología. Esto es el resultado de la total dependencia que tenemos de internet y esa necesidad que sienten muchas personas de estar conectados a internet las 24 horas del día, bien desde su portail, desde su móvil, tablet...
Por lo tanto, aunque no hagamos uso de este tipo de conexión, es evidente que todo el mundo esta en contacto continuamente con el Wi-Fi.
Ahora bien, ¿el Wi-Fi es seguro?, o por el contrario ¿es perjudicial para nuestra salud?
Sobre este tema hay opiniones muy divididas, por citar algunos de los organismos más influyentes en el campo de la salud:
La Comisión Europea está estudiando el alcance de las redes Wi-Fi y sus efectos sobre la salud de las personas, sobre todo bebes y niños, e incluso está pensando en prohibirlas en las escuelas.
Desde la Organización Mundial de la Salud han asegurado que las ondas electromagnéticas emitidas por los teléfonos móviles y las redes de Internet WiFi no suponen un riesgo para las personas.
A pesar
de la gran cantidad de estudios científicos realizados sobre este tema, estos,
no llegan a ser concluyentes, pero, en general, se recomienda tomar una
serie de precauciones como por ejemplo no dormir con la cabeza muy cerca del
router, no abusar del uso de los aparatos electrónicos, etc, ya que como se
suele decir, "es mejor prevenir que curar", y quizá dentro de unos
años tengamos que pagar las consecuencias de haber estado expuestos en excesivo
al Wi-Fi.
Fuentes:
